martes, 5 de agosto de 2014

Sierra de Góngora: Urramendi y Arikita


(Distancia: 7,45 Kilómetros - Tiempo: 3 horas y 15 minutos)

Esta fácil ruta nos llevará a caminar por la pequeña  Sierra de Góngora. Separada de las Sierras de Aranguren y la Sierra de Tajonar por los portillos de Idoate y Andricáin, respectivamente. Coronaremos dos de sus cimas: Urramendi o Gongoramendi (887 metros) y Arikita o Las Bandericas (834 metros).


Casi toda la excursión se realiza bajo un frondoso bosque  de hayas que impide pasar la luz del sol. Las sendas que transitaremos no tienen mucho desnivel pero en tiempo húmedo o con recientes lluvias se convierte en terreno muy resbaladizo sobre todo al iniciar el descenso para regresar al punto de partida.


Comienza la excursión en el antiguo Señorío de Góngora, ahora en ruinas, aunque una antigua torre se está reconstruyendo. El Palacio de Armería y la Iglesia de San Andrés están prácticamente en ruinas.

Dejaremos el coche al pie del Palacio y tomaremos una senda que parte detrás del mismo. La senda es parte de Sendero Local que une Labiano con el Portillo de Idoate. Iremos encontrando marcas de este itinerario durante todo el recorrido.

El comienzo de la senda es un poco confuso porque está cubierto por hierbas altas y es necesario intuir por donde transcurre. Pero poco después se define completamente y se interna en el  bosque.


Pero antes de internarnos en el bosque tendremos oportunidad de contemplar la Sierra de Aranguren a nuestra izquierda y el Monte Cemboráin o Pagadi a nuestra derecha. A este último monte no ascendimos en esta oportunidad pero alargando la excursión se puede visitar perfectamente.

Ya dentro del bosque los robles y bojes nos cubrirán completamente. Poco después las hayas sustituirán a los  robles haciendo el recorrido completamente sombrío.




Varios árboles caídos en medio de la senda  nos dificultarán la marcha, los podremos superar fácilmente y seguir nuestro avance. A media subida nos encontraremos con una senda que llega desde la izquierda no la tomaremos. Pero es la senda por la que regresaremos una vez que hayamos hecho cima en Las Bandericas.

Continúa el ascenso nunca ha tenido grandes repechos pero es constante. Finalmente llegaremos a otra senda mucho más limpia pero igual de sombría. Es la senda que sube desde el pueblo de Labiano. La tomaremos para seguir nuestro ascenso hasta el Portillo de Góngora.




En este portillo saldremos por fin a la luz del sol. Seguiremos a nuestra izquierda, si fuéramos a nuestra derecha podríamos llegar también al Monte Cemboráin, como en esta otra ruta.

Seguiremos nuestra excursión por la cresta de la Sierra con grandes vistas sobre el Valle de Izagaondoa y con la Peña Izaga como telón de fondo. Antes de llegar al collado de Los Rasos existen algunos miradores sobre el Valle de Aranguren un poco ocultos entre la vegetación pero merece la pena asomarse y contemplar las vistas. Este trayecto es sin duda el mejor de toda la ruta, porque las vistas son espectaculares.


Desde que hemos pisado el Portillo de Góngora hemos estado siguiendo el itinerario del GR-220, pero esto no nos debe confundir porque en un momento dado debemos abandonarlo para tomar otra pista que se vuelve a internar en el bosque par llevarnos al Urramendi. Reconoceremos la senda porque está marcada con un pequeño montón de piedras.

Este primer tramo de senda es prácticamente llano, volvemos a estar rodeados de hayas que ya nos impiden de nuevo la visión. La cima del Urramendi es así mismo sin vistas y sólo está marcada con un pequeño mojón en medio de la senda. Pasa prácticamente desapercibida.

Después de esta cima comienza el descenso. Con algún tramo un poco más complicado sobre todo si está húmedo. En algún momento del descenso volveremos a encontrarnos con el GR que nos llevará hasta los pies del Arikita.

Para ascender a este monte únicamente deberemos ascender una pequeña pendiente con la ayuda de unos escalones de madera. Algunos de ellos han desaparecido, y hay que tener cuidado sobre todo en el descenso. La cima de este monte está cubierta de árboles y coronada con una palomera.

Pero si nos asomamos un poco tendremos a nuestra vista el Castillo de Irulegi. En algunas rutas  he visto que se indica subir a la palomera para ver las vistas. Pero nosotros no la vimos en muy  buen estado y no parecía prudente subir por ella.

Volvemos a descender del Arikita o Las Bandericas por las mismas escaleras y retrocederemos un poco para tomar una senda para descender del monte. Los comienzos de esta senda están muy cerrados por la vegetación y deberemos luchar contra ella y con la gran pendiente que hay en estos inicios.

Pasadas estas decenas de metros, la senda se clarifica bastante y continúa cubierta por las hayas que siguen sin dejar pasar la luz del sol. El paseo serpentea por el monte y debemos seguir la senda que sigue siendo clara y no atrevernos a tomar atajos u otras sendas porque el bosque es verdaderamente frondoso.

La senda termina en el camino que tomamos en nuestra subida justo en un señalizador que nos indica que debemos dirigirnos a Góngora para finalizar la excursión.









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