jueves, 10 de septiembre de 2015

Foz de Lumbier


Distancia 6,41 Kilómetros - Tiempo 2 horas 23 minutos

Esta entretenida ruta visita la Foz de Lumbier que siempre resulta espectacular. Nosotros hicimos el recorrido de ida por el Sendero Local NA-113  y regresamos por el camino del antiguo ferrocarril atravesando la Foz. La ruta en sentido inverso sería un poco más exigente.


Justo en la entrada de la Foz hay un pequeño merendero y ahí comienza el Sendero Local y que, siempre en ascenso, transita entre campos de cultivo y luego entre encinas y monte bajo.

La senda es siempre visible y señalizada con marcas verdes y blancas.







Mientras ascendemos por la senda podremos contemplar los cortados de la Reserva Natural de la Piedra y San Martín, y sobre la cima la ermita de la Trinidad.

Seguiremos ascendiendo hasta encontrar una pista que sube desde Lumbier. Tendremos que seguir por ella. La pendiente que nunca ha sido exigente, se hace ahora más fácil de recorrer.







Ya podremos contemplar el terreno que hemos dejado atrás y al fondo la Peña de Izaga. Seguiremos recorriendo la pista y al pasar el corral de Alzueta la pista empieza a descender en fuerte pendiente y seguiremos por ella hasta encontrar una nueva señal del recorrido que nos desviará por una senda.








Es un bonito recorrido entre viñas, olivos y otros campos de cultivo que va descendiendo hacia el río Irati y el camino  que une Lumbier y Liédena.

Antiguamente era recorrido por el Tren del Irati y ahora sirve para atravesar la Foz en un espectacular recorrido.













El camino siempre está poblado de excursionistas y paseantes que lo transitan en ambos sentidos.

Pasaremos por los dos túneles excavados en la piedra mientras los buitres planean sobre nuestras cabezas.

Merece la pena pararse y ver las paredes de roca excavadas por el agua al cabo de miles de años.

Terminamos el recorrido por la Foz y volvemos al punto de partida y disfrutar de un buen almuerzo.


Este es el recorrido en Wikiloc. Para  más detalles pinchar aquí

lunes, 13 de abril de 2015

Cruz de Maurien, desde Villatuerta


(Distancia 10,11 km - Tiempo 3 horas 25 minutos)



Desde la localidad de Villatuerta ascenderemos a la Cruz de Maurien. Esta ruta es más larga que hacerla desde Lorca y quizás un poco más dura.

Podemos dejar el coche al lado del polideportivo de esta localidad. Por ahí mismo pasa el Camino de Santiago que será el que debamos de tomar para iniciar nuestra excursión. Con el Montejurra como telón de fondo.








Los primeros tramos son llanos y por pista fácil de recorrer. En una bifurcación dejaremos el Camino Jacobe
o y tomaremos otra pista que discurre entre campos de cultivo. Más adelante nos volveremos a desviar para irnos acercando al monte Maurien.








Después de esta parte del recorrido llegamos al fin de la pista y al comienzo del recorrido por el monte, al principio entre arbolado y luego a cielo abierto. La senda tiene algunos tramos un poco duros pero no son muy largos.







Finalmente llevamos al pie de la cruz y sorprende que un monte tan bajo tenga unas vistas tan grandes de toda Tierra Estella.

Existe un pequeño Altar y un merendero muy cerca de la cruz.

Si quisiéramos podríamos alargar la excursión y llegar hasta el Monte Eskinza.








Para el descenso tomaremos el camino marcado como Sendero Local que además coincide también con la Cañada Real de Tauste-Andía.

Pasaremos por un mirador con un panel explicativo y un tramo enlosado que puede resultar resbaladizo porque está cubierta de tierra.







Al final del descenso volvemos a coincidir con el Camino de Santiago que nos devolverá de nuevo a Villatuerta a por nuestro merecido descanso.

Más detalles de la ruta aquí

sábado, 4 de abril de 2015

El Balcón de los Buitres


(Distancia 6,13 kilómetros - Tiempo 3 horas 5 minutos)

Fácil recorrido por el Monte Erga para alcanzar el Balcón de los buitres.Quizás la mejor época para hacerlo sea más avanzada la primavera o en el otoño porque atravesamos bosques de robles todavía sin florecer, pero las vistas durante todo el recorrido merecen la pena.

Comienza la ruta en Irurzun, en una explanada cerca del cementerio donde se puede dejar el coche sin problemas.

 De inmediato veremos los señalizadores que indican el inicio de la ruta. En sus inicios el recorrido coincide con el itinerario que sube hasta la Trinidad de Erga. Luego más adelante, ambos recorridos se separan, lo que está perfectamente indicada.








Durante el trayecto veremos las marcas verdes y blancas del Sendero Local, algunas  de ellas bastante borradas por el paso del tiempo.  Al principio la senda sólo se intuye cubierta por la hierba de la ladera. Sin embargo cuando se interna en el bosque es mucho más visible y también bastante ancha. No tiene gran desnivel y es fácil caminar por ella.












Después de haber  caminado  kilómetro y medio más o menos, llegamos a un pequeño collado.

Otra indicación que nos indica la dirección del Balcón. Sin embargo merece la pena desviarse y alcanzar las peñas del Allegain y tener un adelanto de las vistas que tendremos luego. A nuestros pies Irurzun y el Valle de la Sakana.







Descendemos  de la cima de nuevo al collado y seguimos las indicaciones que nos llevan hasta el Balcón de los Buitres  tras un corto trayecto.

Las vistas son inmejorables con las Dos Hermanas en frente nuestra. Un pequeño mirador nos servirá para descansar y contemplar el paisaje.




De nuevo debemos regresar al pequeño collado para iniciar el descenso hacia Irurzun. 
Pero esta vez a través del robledal de Orazulo y siguiendo las marcas del Sendero Local. Cuando pasamos nosotros no habían florecido los árboles, pero aún así es muy bonito. Hay tramos de fuerte pendiente. Pero en general se puede descender sin problemas.

A mitad de bajada existe una bifurcación de pistas nosotros seguimos por el SL, pero es posible seguir también la otra senda más ancha y unos caminantes nos dijeron que más larga y cómoda.















De todas formas ambas llegan al pie de la carretera, justo al lado de los túneles del Plazaola y que perforan una de las Hermanas. Los tendremos que atravesar con cuidado porque tienen circulación de coches y no están iluminados.
 Pasados los túneles aparece una pista, siguiéndola llegamos a otros túnel pero esta vez abandonado y sin posibilidad de atravesar. Deberemos ascender por una senda y llegar por el monte hasta la otra entrada. Desde allí llegaremos en un momento a la explanada donde hemos dejado el coche.










Más detalles de la ruta aquí

martes, 5 de agosto de 2014

Sierra de Góngora: Urramendi y Arikita


(Distancia: 7,45 Kilómetros - Tiempo: 3 horas y 15 minutos)

Esta fácil ruta nos llevará a caminar por la pequeña  Sierra de Góngora. Separada de las Sierras de Aranguren y la Sierra de Tajonar por los portillos de Idoate y Andricáin, respectivamente. Coronaremos dos de sus cimas: Urramendi o Gongoramendi (887 metros) y Arikita o Las Bandericas (834 metros).


Casi toda la excursión se realiza bajo un frondoso bosque  de hayas que impide pasar la luz del sol. Las sendas que transitaremos no tienen mucho desnivel pero en tiempo húmedo o con recientes lluvias se convierte en terreno muy resbaladizo sobre todo al iniciar el descenso para regresar al punto de partida.


Comienza la excursión en el antiguo Señorío de Góngora, ahora en ruinas, aunque una antigua torre se está reconstruyendo. El Palacio de Armería y la Iglesia de San Andrés están prácticamente en ruinas.

Dejaremos el coche al pie del Palacio y tomaremos una senda que parte detrás del mismo. La senda es parte de Sendero Local que une Labiano con el Portillo de Idoate. Iremos encontrando marcas de este itinerario durante todo el recorrido.

El comienzo de la senda es un poco confuso porque está cubierto por hierbas altas y es necesario intuir por donde transcurre. Pero poco después se define completamente y se interna en el  bosque.


Pero antes de internarnos en el bosque tendremos oportunidad de contemplar la Sierra de Aranguren a nuestra izquierda y el Monte Cemboráin o Pagadi a nuestra derecha. A este último monte no ascendimos en esta oportunidad pero alargando la excursión se puede visitar perfectamente.

Ya dentro del bosque los robles y bojes nos cubrirán completamente. Poco después las hayas sustituirán a los  robles haciendo el recorrido completamente sombrío.




Varios árboles caídos en medio de la senda  nos dificultarán la marcha, los podremos superar fácilmente y seguir nuestro avance. A media subida nos encontraremos con una senda que llega desde la izquierda no la tomaremos. Pero es la senda por la que regresaremos una vez que hayamos hecho cima en Las Bandericas.

Continúa el ascenso nunca ha tenido grandes repechos pero es constante. Finalmente llegaremos a otra senda mucho más limpia pero igual de sombría. Es la senda que sube desde el pueblo de Labiano. La tomaremos para seguir nuestro ascenso hasta el Portillo de Góngora.




En este portillo saldremos por fin a la luz del sol. Seguiremos a nuestra izquierda, si fuéramos a nuestra derecha podríamos llegar también al Monte Cemboráin, como en esta otra ruta.

Seguiremos nuestra excursión por la cresta de la Sierra con grandes vistas sobre el Valle de Izagaondoa y con la Peña Izaga como telón de fondo. Antes de llegar al collado de Los Rasos existen algunos miradores sobre el Valle de Aranguren un poco ocultos entre la vegetación pero merece la pena asomarse y contemplar las vistas. Este trayecto es sin duda el mejor de toda la ruta, porque las vistas son espectaculares.


Desde que hemos pisado el Portillo de Góngora hemos estado siguiendo el itinerario del GR-220, pero esto no nos debe confundir porque en un momento dado debemos abandonarlo para tomar otra pista que se vuelve a internar en el bosque par llevarnos al Urramendi. Reconoceremos la senda porque está marcada con un pequeño montón de piedras.

Este primer tramo de senda es prácticamente llano, volvemos a estar rodeados de hayas que ya nos impiden de nuevo la visión. La cima del Urramendi es así mismo sin vistas y sólo está marcada con un pequeño mojón en medio de la senda. Pasa prácticamente desapercibida.

Después de esta cima comienza el descenso. Con algún tramo un poco más complicado sobre todo si está húmedo. En algún momento del descenso volveremos a encontrarnos con el GR que nos llevará hasta los pies del Arikita.

Para ascender a este monte únicamente deberemos ascender una pequeña pendiente con la ayuda de unos escalones de madera. Algunos de ellos han desaparecido, y hay que tener cuidado sobre todo en el descenso. La cima de este monte está cubierta de árboles y coronada con una palomera.

Pero si nos asomamos un poco tendremos a nuestra vista el Castillo de Irulegi. En algunas rutas  he visto que se indica subir a la palomera para ver las vistas. Pero nosotros no la vimos en muy  buen estado y no parecía prudente subir por ella.

Volvemos a descender del Arikita o Las Bandericas por las mismas escaleras y retrocederemos un poco para tomar una senda para descender del monte. Los comienzos de esta senda están muy cerrados por la vegetación y deberemos luchar contra ella y con la gran pendiente que hay en estos inicios.

Pasadas estas decenas de metros, la senda se clarifica bastante y continúa cubierta por las hayas que siguen sin dejar pasar la luz del sol. El paseo serpentea por el monte y debemos seguir la senda que sigue siendo clara y no atrevernos a tomar atajos u otras sendas porque el bosque es verdaderamente frondoso.

La senda termina en el camino que tomamos en nuestra subida justo en un señalizador que nos indica que debemos dirigirnos a Góngora para finalizar la excursión.









lunes, 12 de mayo de 2014

Alto de la Cruz y Hayedo escondido de Alaiz

(Distancia 7,09 Kilómetros - Tiempo: 3 horas, 38 minutos)
Esta ruta nos llevará hasta el Alto de la Cruz, en la Sierra de Alaiz, a 975 metros de altitud. Además pasaremos por el conocido como "Hayedo escondido de Alaiz"

Comienza la ruta en el bonito pueblo de Guerendiáin. Ya nos llamará la atención el arco situado en el acceso a la carretera que se dirige al pueblo. Pero dentro del pueblo nos llamarán otras cosas la atención: Los vecinos lo tienen realmente bien cuidado. Apero de labranza, carros restaurados y esculturas de piedra realizadas por un artista local embellecen mucho el pueblo.




El inicio de la excursión se encuentra en la parte alta de la localidad, después de pasar la "Fuente de la Paz".
En este punto coinciden la senda por la que nosotros subimos y la pista por la que descenderemos. Nos pareció bien hacer así la ruta aunque en casi todas las guías e informaciones que había visto se realiza en sentido contrario.


El comienzo es un poco confuso varia sendas se entrecruzan y el camino está muy cerrado por la vegetación. Según vamos subiendo la senda se va definiendo mucho mejor. Pero transita por una zona muy frondosa: A los lados matas de boj y encima nuestra las ramas de los robles nos impedirán ver el cielo.

En todo este camino no encontraremos ninguna indicación o hito que marque que vamos en buena dirección. En solo una ocasión nos encontramos un mojón hecho de piedras.

Cuando llegamos a la base de unas peñas salimos a cielo abierto, a partir de entonces los robles empiezan a escasear y toma su relevo el monte bajo. La senda sigue siendo muy clara, aunque comienza tramos pedregosos pero sin complicación para caminar.

Seguiremos siendo en ascenso rodeando el Alto de la Cruz. Además ya podremos contemplar las grandes vistas de la Sierra del Perdón o la Sierra de Tajonar.

Durante un tramo caminaremos a cielo abierto, pero poco a poco volverán a rodearnos los árboles hasta encontrar una especie de túnel natural, que nos sumergirá de lleno en el Hayedo de Alaiz. Impresiona la oscuridad que encontramos. Las tupidas hayas apenas dejaban pasar un poco de luz. A partir de este punto pudimos encontrar señalizaciones, quizás provisionales, de un  club de montaña de Tafalla.

Seguimos envueltos por las hayas hasta encontrar un pequeño collado a cielo abierto. Aquí existen dos opciones: Seguir rodeando el Alto o bien, antes subir a la cima del monte. Nosotros nos decidimos por esta última.

Existe una senda que lleva hasta la misma cima, pero al principio es un poco difícil de localizar porque se pierde entre la vegetación. La subida no es muy costosa ni excesivamente larga. Y la verdad es que merece la pena y es extraño que no esté marcada con ningún buzón. Sólo los peñascos del monte indican que hemos llegado.


Tuvimos la mala suerte de ir un día que amenazaba lluvia. Pero las vistas seguían siendo estupendas. Todo el Valle de Elorz a nuestros pies, la Sierra del Perdón y la Sierra de Tajonar perfectamente visibles. Veíamos por poco la Higa de Monreal tapada por la Sierra de Alaiz.




Debajo nuestra también se ven "Las Eras" unas campas donde vimos caballos pastando y a las que llegaremos en nuestro camino de vuelta.

El descenso del monte lo hicimos por la misma senda hasta llegar al collado. Desde este collado seguimos rodeando el monte.  De nuevo nos sumergimos en el bosque de hayas. Esta vez en fuerte descenso y por una senda que perdíamos de vez en cuando oculta entre la vegetación. Sin embargo se podía caminar sin gran dificultad.

Este trayecto terminó en una pista que llanea hasta pasar las campas de "Las Eras" donde comienza a descender. Seguir esta pista hasta llegar a una alambrada que saltamos sin gran dificultad.

Justo en esta alambrada parte a la izquierda una pista más verdosa que la anterior y es la que tomamos para llegar de nuevo al pueblo de Guerendiáin.


lunes, 5 de mayo de 2014

Tangorri y Malkaiz desde Ardanaz

(Distancia 6,97 Kilómetros - Tiempo 2 horas 58 minutos) 


Ya habíamos subido hasta el Tangorri desde Aranguren a finales del verano, así que esta vez decidimos hacerlo desde Ardanaz, en el Valle de Egüés. Esta cuambre está situada en la parte más norteña de la Sierra de Aranguren. Además  del Tangorri (845 metros) también subimos al Donatsai (795 metros) y a Malkalaiz (772 metros)

Llegamos a este pueblo en coche por la carretera que recorre el Valle de Aranguren, y dejamos el coche dentro del pueblo.

Antes de iniciar la ruta hacemos una breve visita a la Iglesia del pueblo dedicada a San Vicente. Desde el templo hay que seguir hacia la parte alta del pueblo hasta encontrar una pista de cemento que sube hacia el monte. En el inicio de la misma  existe un cartel del GR-220 así que no tiene pérdida.

La pista sigue siendo de cemento hasta llegar a un depósito de agua y ahí el piso se convierte en grava. Pero sigue estando en muy buen estado. Será fácil que mientras subamos que nos adelanten algunos ciclistas porque el recorrido es ideal también para la bicicleta de montaña.







Los primeros tramos del itinerario son bastantes, exigentes hasta llegar a una cadena que impide el paso de vehículos motorizados, una vez superada el desnivel de la pista es un poco menor e incluso pasaremos por falsos llanos que harán más agradable el ascenso.

Mientras subimos podremos contemplar el paisaje que dejamos atrás con el Valla de Aranguren y la Balsa de Zolina o Ezkoriz en el centro, el pueblo poco a poco se va perdiendo de vista.

No encontraremos muchas sombrass durante la subida, al principio encontraremos árboles  a los lados del camino pero poco a poco se irán haciendo más escasos. Pero en cambio nos permiten contemplar mejor el paisaje.

Tendremos que pasar por un paso canadiense en un pequeño collado, a la izquierda parte la pista que sube al Donatsai que luego tomaremos, pero ahora deberemos seguir el ascenso hacia nuestro primer objetivo. A partir del collado podremos ver caballos sueltos pastando a lo largo del camino.

La cima del Tangorri se encuentra a nuestra izquierda al lado de una palomera, está marcada con un buzón en forma de casita donde se encuentra marcada su altura.

Más adelante hay un refugio de cazadores donde se puede descansar pero también existen otras palomeras donde nos podremos sentar, contemplar el paisaje y retomar fuerzas.

La pista que hemos subido sigue hacia adelante y podríamos llegar a la cima del Aritzko y descender hasta el pueblo de Aranguren o realizar otros itinerarios como la subida al Castillo de Irulegi que vemos enfrente nuestra.

Pero nosotros decidimos retroceder sobre nuestros pasos hasta encontrar el collado del paso canadiense y tomar la pista que sale a su derecha para subir hasta el Donatsai presidido por una antena de comunicaciones. La cima está marcada con unas piedras y no tiene gran atractivo. Pero a partir de este punto podremos seguir nuestro camino por sendas.

La que tomaremos nos llevará directamente hasta la cadena que hemos pasado antes, pero al otro lado de la valla que tendremos que cruzar. En este punto deberemos tomar otra pista cubierta con hierba y que asciende hacia el Malkaiz.

Esta subida es más agradable porque se hace entre árboles, algunas encinas y sobre todo pinos. La cima de este último monte está presidida por un vértice geodésico, pero la vegetación impide contemplar el paisaje que nos rodea.

Seguiremos la misma senda que antes pero ahora ya en descenso. El camino discurre en ocasiones muy cerca de los riscos del monte y tiene en algunos tramos mucha pendiente. Pero a cambio, tendremos ocasión de contemplar grandes vistas sobre el Monte San Cristóbal y parte de la Comarca de Pamplona.

Seguiremos descendiendo hasta que encontrar otra senda, que ya prácticamente llana, nos dejará de nuevo en el pueblo de Ardanaz.





miércoles, 23 de abril de 2014

Cascada de Sotillo, en Sanabria

(Distancia 8,49 Kilómetros - Tiempo: 3 horas 57 minutos)

La ruta a la Cascada de Sotillo es una de las más conocidas del Parque Natural del Lago de Sanabría. Nosotros hemos tenido ocasión de ir  durante esta Semana Santa. No hemos podido ver todo el esplendor de la ruta porque la primavera todavía no se ha asentado en esta zona. Los robles que abundan en la ruta no han florecido todavía, aún así es una ruta espectacular con el colofón de la magnífica caída del agua.

La ruta comienza en  Sotillo de Sanabria. Se llega por carretera desde el vecino pueblo de Puente de Sanabria. Se puede aparcar dentro del pueblo, me sorprendió que los vecinos no estuvieran molestos al ser invadidos por tantos turistas que dejamos nuestros coches aparcados como podemos. Nosotros dejamos el  nuestro muy cerca de la Iglesia del pueblo dedicada a San Lorenzo.

Un poco más adelante, a la izquierda, hay una señal que indica la dirección que debemos tomar. Es una calle que desciende hacia el río. Tras recorrer unos centenares de metros llegamos a un merendero. Un puente nos permitirá cruzar el río Truchas para enlazar con la senda que se dirige hacia la cascada. Para evitar cualquier tipo de duda una señal de madera nos indicará la dirección a tomar. Además, nos encontraremos estacas pintadas de color marrón para indicarnos que vamos por buen camino.


Este primer tramo de la ruta -según el período del año-  puede estar cubierto por el agua. Sin embargo, alguien ya pensó en ello y un pequeño zócalo de piedras nos ayudarán a caminar sin apenas mojarnos.Tras superar este escollo la senda está mucho más seca. Algunos pequeños torrentes de agua, y alguno otro no tan pequeño, se nos cruzarán en nuestro camino. Tendremos que decidir entre mojarnos, un poco, o intentar rodearlos.

Desde el inicio de la ruta nos encontraremos rodeados de robles. Algunos de gran tamaño, según vayamos subiendo otras especies, como el acebo, saldrán a nuestro paso. Siempre tendremos con los Picos de Bubela como telón de fondo.
El camino siempre es en subida, no en vano nuestro destino se encuentra a 1300 metros de altitud. Con partes más exigentes que otras. La más dura la encontraremos casi al final, antes de llegar al salto del agua.

Esta parte termina en una bifurcación de sendas, a la izquierda podremos llegar a la Laguna de Sotillo. Nosotros no subimos sino que nos dirigimos directamente hacia la cascada.

Superado el último tramo tendremos que superar otro no menos inclinado pero esta vez en descenso. Deberemos tomar precauciones porque además puede estar húmedo por el agua que llega en finísimas gotas que se escapan al estrellarse el agua. Antes de llegar un pequeño mirador natural nos permitirá ver el bosque que luego atravesaremos a nuestro regreso.



Por fin estamos en la cascada, y el espectáculo que tenemos delante ha merecido la pena. Una pequeña explanada nos permitirá ver la feroz caída del agua. Incluso, tomando precauciones, podremos acercarnos a ella y tomar la foto de rigor.

Es muy fácil encontrar un sitio donde sentarse y, mientras, contemplamos el espectáculo, reponer las fuerzas perdidas para afrontar mejor el camino de vuelta.

El regreso se puede hacer volviendo por nuestros pasos, o hacer una ruta circular descendiendo por una senda que sale desde la pequeña explanada donde estamos situados. 


Esta segunda opción puede no ser adecuada en temporada de lluvias. Las torrenteras que nos encontraremos en el camino  nos podrían impedir el paso. El problema es que no lo sabremos hasta que no hayamos hecho una gran parte del descenso. Tener que dar la vuelta y volver a subir puede ser una dura decisión, porque la senda es realmente empinada.

Si por fin nos decimos por la segunda opción deberemos descender con cuidado y lentamente.

Aunque en ocasiones tuvimos que sortear los pequeños riachuelos de agua y, en ocasiones, resbalar y mojarnos los pies. Hay que decir que fue una buena decisión. Porque terminado el abrupto descenso empieza un recorrido prácticamente llano y muy agradable siempre rodeado de robles.

Aquí también buenas personas han tenido la idea de apostar pequeños puentes de troncos que nos ayudaron a atravesar los puntos más difíciles. También debimos de atravesar de nuevo el río Truchas por un puente tendido para tal fin. Con este agradable paseo llegamos hasta el pueblo de Sotillo por el lado contrario, a donde habíamos dejado el coche, lo que nos permitió ver el pueblo y callejear entre sus casas.






Esta es la ruta en Wikiloc, para más detalles pinchar aquí: